Zona de la Mesa
Una prolongada sequía en los inicios de la década de los cincuentas, obligó a los poseedores de las parcelas a dejar de cultivar, optando por venderlas en forma de fraccionamientos independientes.
Esto trajo como consecuencia que entre un fraccionamiento y otro no hubiera continuidad de calles ni manzanas. Cada fraccionamiento estaba aislado de los demás y su única conexión con el resto de la población era a través de la carretera Tijuana-Mexicali, en el tramo que actualmente corresponde al bulevard Díaz Ordaz. Así, la ciudad inició su crecimiento hacia el oriente, en sentido longitudinal a la referida carretera.
Los primeros fraccionamientos autorizados por el gobierno del estado en esta zona, a partir de 1955, fueron: el “Alcalá”, al señor Aureliano Alcalá; el “Prado“, a Agustín Silveyra; el “Alicia Carrillo“, a Alicia Carrillo; el “Dimestein“, a Ricardo G. Peñalva; el ”Juárez”, a José Luis Juárez; el “López”, a Miguel López; el “Leos Montoya”, a Manuel Leos Montoya; y el “Reynoso”, a Sotero Reynoso.
El hipódromo y a la izquierda el inicio de la zona de la Mesa. 1950
A fines de esta década, también se formaron los siguientes fraccionamientos: “Jardines de San Carlos”, de Carlos López; la colonia “Baja California“, de Rosalío Vargas Guillén; “Lomas Conjunto Residencial”, del Banco Internacional Inmobiliario: el “Ceceña”, de José Ceceña Sotomayor; el “Villa”, de Antonio Blanco S. y Eduardo Yagüez Jarquez; el ”Jalisco”, de Porfirio Medina; los “Pinos de Agüero”, de Encarnación Agüero González; el “Luna Park”, de Juan Rodríguez Íñiguez; las “Huertas, primera sección”, de Antonio González Leyva; las “Huertas, tercera sección” de Felipe Zárate Zúñiga; el “García”, de Francisca Valdera de García; el “Saldaña”, de José Saldaña Arteaga; las “Lilas”, de Jesús E. Meza Murillo y Jesús Meza Jr.; el “Moreno, primera sección”, de Juan Manuel Moreno y finalmente el ”Santa Fe“, de Hilarión Martínez.
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